Hamed Yessid cumplió su sueño 10 días después de haberse salvado de morir electrocutado al agarrar una guaya tirada en el piso, mientras jugaba baja la lluvia, el pasado 30 de abril en el barrio Santa María.

Merys Cabrera no pudo contener el llanto luego de la primera foto de su hijo con un integrante del plantel, Roberto Ovelar.

"Sin palabras, no me esperaba esto, es el sueño de mi hijo y él es un milagro de Dios", manifestó la mamá emocionada.

El niño de 8 años eludió la muerte con la ayuda de sus vecinos, llegó en grave estado al centro asistencial Adelita de Char, en donde permaneció dos días en cuidados intensivos y tres más en observación.

De la clínica salió recargado y con ganas de "llegar a ser futbolista profesional. Dios tiene un propósito con mi hijo".

Hamed Yessid, mientras tanto, jugueteaba con otros niños que asistieron  al entrenamiento, "quizás sea un gran jugador".

El menor, futbolista en la posición de delantero, se declaró admirador de Jarlan Barrera
"Porque es el que más maneja más el balón".

Los jugadores se mostraron receptivos y complacidos con la visita, "el niño se fue pero vino, qué bueno que esté bien, esto es motivo de alegría para su familia", finalizó Ovelar.